El Primer Taller Democrático

El Primer Taller Democrático

Con asistencia de más de dos mil  personas, Bogotá fue ayer protagonista del Primer Taller Democrático liderado por el Presidente Álvaro Uribe Vélez, quien busca mediante estos encuentros, consolidar la coalición popular que logró durante sus ocho años de gobierno.

Ver a los bogotanos, un sábado a las 8 de la mañana, dispuestos, comprometidos y entusiasmados por ser partícipes de las decisiones que deberá adoptar la ciudad en la próxima administración distrital, es síntoma de la preocupación que tienen los ciudadanos respecto al futuro de la capital.  Ayer, jóvenes y adultos de todas las clases sociales, fueron protagonistas de esa coalición popular que busca seguir fortaleciendo el Presidente Uribe y que sólo se construye y se reivindica a través del diálogo permanente con los ciudadanos, pues son ellos quienes conocen de cerca la problemática de sus ciudades y regiones.

Los que asistieron al Taller fueron  testigos de los grandes retos que tiene el próximo Alcalde de Bogotá.  La capital del país ha sido víctima de una administración carente de gerencia y liderazgo, la cual dejará como herencia para el próximo Alcalde, problemas de corrupción,  movilidad, transporte masivo y  seguridad. Esas, creo, serán las prioridades para quien gane la contienda electoral del próximo octubre.

Sin embargo, y a pesar del éxito del encuentro, siempre habrá contradictores que busquen enlodar los buenos resultados de estas convocatorias.  Estos personajes se valen de mentiras para reducir el impacto positivo que estos talleres causan en la comunidad.  Por ejemplo, Gustavo Petro comentó en su cuenta de Twitter, que los asistentes al Taller habían sido engañados porque en realidad iban a un encuentro evangélico.  Mentira!! el encuentro al que se refería Petro era la Convención Evangélica que se realizó ayer en el Coliseo el Campín y no en el recinto donde se desarrolló el taller.

 Otros, como Antonio Caballero, en su columna de Semana, pronosticó que nadie iría a los talleres, que el uribismo no existía y que Uribe era un “loco desempleado”.  Pobre “Sr.” Caballero, yo creo que no pudo dormir tranquilo de pensar que su columna, como todas las que escribe, se convirtiría en un completo fracaso.   Le digo a Cabellero, que al taller no pudieron entrar más personas (de las más de 2000 q lograron asistir) porque no había más espacio.  Creo que si se hubiera convocado en el Coliseo El Campín, el taller se habría llenado completamente (y no por convocar feligreses), ya sabemos que el Presidente Uribe llena donde sea.   

De cualquier forma, lo importante de estos talleres no es dejar callados a los opositores, ni ocasionar escasez de Omeprazol en las farmacías.  El objetivo de estos talleres es identificar las prioridades que deberán tener los programas de gobierno de las ciudades y departamentos, de acuerdo a las necesidades que hayan expuesto sus ciudadanos.

Para el caso de Bogotá, las discusiones se centraron en seguridad, movilidad, competitividad, emprendimiento y gerencia.  Se concluyó que la seguridad es una de las prioridades que tiene la ciudad, y se ratificó la importancia que tiene la comunicación entre la comunidad y la Fuerza Pública, la importancia de la línea 123 de atención de emergencias, y el continuo diálogo que debe tener la administración con los ciudadanos.  Asistentes propusieron convertir a Bogotá en una ciudad 24 horas, propuesta que fue apoyada también por expositores del Taller.

El tema de movilidad se centró en la necesidad de contar con vías eficientes en la ciudad, de la necesidad de continuar fortaleciendo el Transmilenio, de la construcción del metro y del uso eficiente del tren de cercanías.

De otra parte, Bogotá necesita direccionar la educación de sus ciudadanos en todos los niveles,  enfocándola hacía el emprendimiento, donde éste se convierta en el punto de partida para una  generación de jóvenes que busquen desarrollar sus ideas apoyados por programas de crédito, y otros programas que incentiven la innovación y competitividad de sus proyectos y negocios de la mano de la ciencia y la tecnología.

 Finalmente, se analizaron temas en el marco de la gerencia que debería tener la administración de Bogotá, ratificando la importancia de tener un ente controlador que realice veedurías y que respalde los procesos de contratación los cuales deberían realizarse de forma transparente a través de licitaciones públicas.  Bogotá, necesita tener control que garantice eficiencia y ausencia total de corrupción en sus procesos.